Ante una misma situación de la vida, Ellos y Yo tenemos dos puntos de vista muy diferentes. Dos mundos opuestos y paralelos que no confluyen. Cada uno vive en su propia capsula de ideas, principios y sentimientos.
A pesar de ello, no dejo de percibir que me observan desde la distancia. Como aquél que a pesar de todo, quiere saber para seguir nutriendo su desdicha.
Un gran muro de silencio nos separa en cada instante. Al transitar y coincidir en las calles, somos seres invisibles. ¿Para que mirar si quizás vea en tu rostro, en tus ojos algo que me disguste, o algo que me haga sufrir?
Caminamos con frialdad, insensibilidad, soledad; ocultando nuestro sentir; primando las apariencias; haciendo juicios infundados; oyendo pero no escuchando; dando la espalda a todo lo que realmente acontece.
Avanzo. Hay momentos turbulentos que me desestabilizan.
Avanzo. Buscando sentirme segura.
Vemos sin saber qué se ve.
Ojos ciegos, corazón que nunca pudo ver